L-Taurina es un aminoácido considerado como no-esencial ya que el organismo lo sintetiza a partir del aminoácido metionina y cisteína con la presencia de la vitamina B6.

Se encuentra en los músculos del esqueleto, en el músculo del corazón, en el sistema nervioso central y en los glóbulos blancos.

Es un componente de los ácidos de la bilis que facilita la digestión de las grasas, la absorción de las vitaminas liposolubles y el control de los niveles de colesterol. De ahí se desprende la utilidad de la taurina para personas con arteriosclerosis e hipertensión.

Se trata de un aminoácido vital para la correcta utilización del sodio, potasio, calcio, y magnesio que además juega un papel importante al reducir la pérdida de potasio del músculo cardiaco. De este modo ayuda a prevenir el desarrollo de las arritmias, mejora la congestión del corazón y evita la acumulación de fluidos.

Así mismo, la L-Taurina mantiene la estabilidad de las membranas de las células y ayuda a prevenir la hiperactividad de las células del cerebro. La taurina ejerce un efecto de protección sobre el cerebro. También ha demostrado tener un efecto anticonvulsivo. En este sentido, se utiliza para tratar la ansiedad, la epilepsia, la hiperactividad y la función cerebral pobre.

Normaliza el equilibrio de otros aminoácidos que suelen estar bastante desequilibrados en los casos de epilepsia.